El Valencia y el Real Madrid anunciaron ayer oficialmente la cesión por dos temporadas de Canales al equipo de Unai Emery. Una buena incorporación para una plantilla muy capaz que espera repetir lo logrado el año pasado, ser el campeón de 'la otra Liga'. Los blancos también ven con buenos ojos una operación, que incluye opción de compra y recompra y que permitirá ver el crecimiento de un de los jóvenes talentos de la Liga. Al menos se le presupone ese talento tras verle jugar en el Racing hace dos temporadas. El cántabro dejó algunas jugadas de categoría que hicieron que grandes equipos europeos se interesasen por él.
En el Real Madrid, sin embargo, apenas se le ha visto jugar. Desde la pretemporada, en la que completó buenos partidos, el centrocampista no ha tenido minutos. Ya sea por lesiones inoportunas, la irrupción de Özil, que incluso tapó a un gran nombre del fútbol como Kaká, o su vida extradeportiva, de la que se ha dicho que no es la propia exigida a un futbolista. Ahora se encuentra jugando el Mundial sub-20, otra oportunidad para seguir creciendo en las categorías inferiores, donde ya ha deslumbrado más de una vez.
Pero hay otros aspectos que llaman la atención en esta cesión. Canales se une a otra serie de jugadores procedentes del Real Madrid, aunque el resto sean hombres de la cantera blanca: Soldado, Parejo y Mata. Los tres son fichajes peculiares. Fue el Getafe quien vendió a los dos primeros al club ché. El caso del campeón del mundo, pretendido por el Arsenal, ha sido objeto de debate desde que en 2007 dejó el Castilla para unirse al Valencia. Dejo aquí un extracto de una entrevista en AS a Ramón Martínez, director de la cantera madridista por aquel entonces.
¿Puede explicarnos qué pasó exactamente con Mata?
Aquí está su contrato. Recibido por la Federación el 17 de agosto de 2005 y con fin en 2007. No quince días antes de que me fuese yo, como dijo alguien con malicia. A todos los jugadores les hacíamos el mismo contrato, por cinco temporadas. Con Mata, su padre dijo que prefería firmar por tres porque era buen estudiante y prefería acabar su etapa juvenil y ahí decidiría si seguía o estudiaba. Así fue. Un año y pico antes de acabar contrato, llamamos a su padre y nos dijo que no nos preocupásemos. Pero como había dimitido Florentino, dijo que si venían otros prefería hablar con ellos. A partir de ahí ya es mi sustituto el que debe hablar. Pero que conste que tuvo un año entero para renovar a Mata.
Míchel le acusó de haber firmado un papel donde liberaba a Mata...
Aquí, en el contrato de Mata, es donde está mi firma. No hay ningún otro documento más.
También le acusó de llevarse todos los contratos y documentos de 'La Fábrica'
...No me llevé ningún contrato. ¡Pero sí no hay nada que llevarse! Todos los informes están en los ordenadores...
Todavía es un misterio lo que ocurrió en su marcha pero no quiero desviarme del tema. Lo llamativo es que ninguno de esos cuatro futbolistas fue traspasado mediante negociaciones directas entre los dos clubes, algo que si ha ocurrido con Canales. Y es que las relaciones institucionales entre los dos equipos han dejado mucho que desear desde que en en el verano de1996 el Real Madrid abonase la cláusula de 'Pedja' Mijatovic, 1.350 millones de pesetas, para hacerse con sus servicios, dando pie a rivalidad que quince años después empieza a perder peso. Ese resentimiento hizo mella en el infructuoso fichaje de Mendieta por los blancos en 2001 y, años después, en los casos de Aimar, Albelda, el Kily González, Vicente, Ayala, Silva y Villa. Tras todos estos fichajes frustrados y calabazas, llamó la atención la llegada de Albiol al equipo que entonces entrenaba Pellegrini.
Pero durante este tiempo si ha habido jugadores que han recorrido el camino inverso, dirección a Valencia: Milla, Cañizares, Morientes y Helguera. Otra vez, los fichajes de los dos últimos no fueron mediante negociaciones. El central quedó libre y el 'Moro' llegó del Liverpool. El delantero, curiosamente, fue quien le enseñó, de manera dolorosa, a Florentino Pérez, una lección que ha empleado en la cesión de Canales. La de la llamada 'claúsula del miedo' que impide al nuevo jugador ché enfrentarse al Real Madrid. Demasiado daño, debe pensar el presidente blanco, hizo Morientes con sus goles, eliminando al Real Madrid de la Champions 2003-2004, la más 'florentiniana' que se recuerda, la destinada a encumbrar el proyecto galáctico. Eso y los numerosos goles que Eto'o marcó al Madrid con la elástica del Mallorca, hacen que tome precauciones, cobardes según algunos.
Con todas las dificultades que han puesto siempre los valencianistas a las operaciones con el Real Madrid, no toda la afición blanca (nada homogénea, dicho sea de paso) se muestra contenta con el préstamo de Canales. Y Florentino no parece de esos a los que no les importa quedarse con la espina clavada. Es por ello que da la sensación de que el presidente del Real Madrid ve esta cesión como una oportunidad, un movimiento en su particular partida de ajedrez para mejorar relaciones con el Valencia. Y todo para que en el futuro buscar jugadores en el equipo presidido por Manuel Llorente, no le cause tantos quebraderos de cabeza. Pero lejos de movimientos de despachos, el centrocampista tiene capacidad para ganarse su vuelta al Real Madrid. Le ha llegado la hora de cumplir lo que prometiía en el Racing.


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