No tenía en mente escribir otra entrada sobre el Barcelona pero cuando la semana pasada trabajaba en la de Guardiola descubrí, tirando de hemeroteca, unos enlaces que no pueden pasar desapercibidos. El que más me llamó la atención titulaba con unas declaraciones de Piqué, explicando que por tradición a los jugadores de la cantera no se les valora tanto en el Barça. El defensa se manifestaba así nada más volver al club español procedente de Manchester.
Sin embargo desde hace unos años se nos ha vendido que durante décadas el Barcelona ha sido un club de cantera. Una exageración que se mezcla con otras propias de ese entorno, que han criticado a La Fábrica del Real Madrid, pero que cambian de palo cuando ahora son ellos los que exportan canteranos. Lo que estaba mal antes es ahora "no conformarse". Una situación parecida a la que se vivió con las giras asiáticas, propias del Diablo cuando el Real Madrid comenzó a protagonizarlas (sin ser pionero), pero a la orden del día ahora.
Como segundo plato, otra noticia relacionada con lo expuesto anteriormente. A finales de la temporada 2007-2008 Thuram pedía memoria a la afición, esperando que no se olvidase lo que habían logrado Rijkaard y jugadores de aquella plantilla. Muchos se han olvidado de lo que logró el técnico holandés y el lateral, tras las dos ligas consecutivas del Real Madrid, necesitaba recordar a su grada lo que habían logrado. No le faltaba razón al francés al pedir que rememorasen algo no tan lejano. Porque no sólo ellos sino todo el fútbol tiene poca memoria, que hace como si no hubieran existido aquellos dos títulos ligueros. Por ello parece que el Barcelona ha ganado absolutamente todo en las últimas temporadas. Dio igual que el Inter de Mourinho consiguiese el trilete, el año pasado dio la sensación de que el Barcelona había repetido hazaña.
La tercera muestra de hipocresía, menos trascendente, la encontré en Messi, que se mostró cansado de las declaraciones de Maradona criticando su prepotencia, que le hacía olvidarse de los compañeros. Debió variar la relación y las envidias tuvieron que ser puestas a un lado para que tanto cambiasen las cosas en el camino que les hizo compartir vestuario. El Pelusa trató a su compatriota como un hijo y 'heredero', que ahora corresponde al amor de su antiguo técnico.
Por último, otro francés, Abidal, criticaba el ambiente del vestuario dirigido ya entonces por Guardiola. Tras los problemas que ha sufrido este año y su magnífica recuperación, las cosas ya no son iguales. Es una pena que haga falta algo así para que la situación haya cambiado. Pero su caso me ha recordado otra diferencia de trato importante en los dos grandes del fútbol español. Cuando el Real Madrid ha defendido lo que ha creído justo, con diferentes maneras y honestidad que el Barcelona, se le ha achacado que ha perdido sus valores.
Una palabra, valores, que se ha desvirtuado hasta lograr criticar todo lo que no gusta de los blancos. Sin embargo, esa categoría que ostenta el club blanco, tiene que ver más con gestos como el que el club madrileño realizó para homenajear a Abidal, sorteando las dificultades puestas por la UEFA. No vi, por otro lado, en todo el proceso de la baja de Rubén de la Red, ningún acto del equipo blaugrana para con el centrocampista español, que no volverá a jugar al fútbol.
PARECIDOS RAZONABLES
David de Miguel Ángel y Fernando Llorente
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